Revocación del parole humanitario pone en jaque a migrantes cubanos
El expresidente Donald Trump ha vuelto a endurecer la política migratoria de Estados Unidos al anunciar la revocación del parole humanitario para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Esta medida afecta directamente a cientos de miles de migrantes que ingresaron al país bajo los programas CHNV, ahora cancelados por orden ejecutiva 14165.
La administración de Trump argumenta que dichos programas no lograron frenar la migración irregular ni garantizar la seguridad fronteriza. Por el contrario, habrían generado un colapso en los recursos locales y en el sistema judicial migratorio. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señala que más de 532,000 personas fueron admitidas bajo parole entre 2022 y 2025, un uso considerado contrario al espíritu de la ley migratoria.
El fin de este programa afecta especialmente a los cubanos, quienes en muchos casos buscaban huir de un régimen comunista que los condena a la miseria y la represión. Esta revocación supone otro golpe más para quienes lograron escapar de la dictadura y ahora enfrentan la amenaza de ser devueltos al infierno del castrismo.
Los actuales permisos de permanencia quedarán sin efecto 30 días después de la publicación oficial del aviso, a menos que el secretario de Seguridad Nacional disponga lo contrario para casos individuales. También se anularán los permisos de viaje pendientes, los formularios I-134A aprobados y la autorización de empleo vinculada al parole.
El DHS ha recalcado que los beneficiarios fueron advertidos desde el inicio sobre la naturaleza temporal y revocable del programa. De este modo, quienes no consigan otra vía legal de permanencia, como asilo, TPS o la Ley de Ajuste Cubano, deberán abandonar el país o enfrentar procesos de deportación.
La decisión también afecta a unos 240,000 ucranianos y a más de 1,8 millones de personas acogidas a otras formas de libertad condicional humanitaria. Todo esto enmarca una estrategia de Trump orientada a desmantelar el legado migratorio de Biden y reforzar las medidas de control fronterizo.
Una vez más, el régimen cubano demuestra ser una fábrica inagotable de migrantes. Mientras el pueblo huye buscando libertad, el Partido Comunista sigue aferrado al poder, condenando a la isla al estancamiento y la desesperación.