El Movimiento Estudiantil Cristiano de Cuba (MEC) se ha sumado a la creciente ola de rechazo al tarifazo de ETECSA, el monopolio estatal de las telecomunicaciones en Cuba. A través de un comunicado público, esta organización ecuménica fundada en 1960 denunció que el aumento de precios en los servicios de internet profundiza la desigualdad social y limita gravemente el derecho a la educación, la comunicación y la participación ciudadana.
En su mensaje, aunque evitan una confrontación directa con el régimen como lo han hecho otros sectores estudiantiles, los jóvenes cristianos apelan a principios como la justicia y la dignidad, advirtiendo que la internet se ha convertido en un privilegio de pocos y una barrera para muchos.
El embargo no justifica el abuso interno
El MEC también reconoció el impacto del embargo estadounidense sobre la economía cubana, pero dejó claro que no puede seguir utilizándose como excusa para aplicar medidas arbitrarias que afectan a la población. “Cuba merece soluciones nacidas de la sabiduría colectiva, no medidas que amplían la desigualdad”, afirmaron.
Este señalamiento desmonta el discurso oficialista que intenta justificar todos los fracasos con factores externos, mientras dentro del país se aplican políticas que afectan directamente a los más vulnerables: estudiantes, trabajadores remotos, madres solteras y comunidades religiosas.
Educación en riesgo y acceso excluyente
La organización alertó que el aumento tarifario llega en plena etapa de exámenes finales, afectando el acceso a bibliografía, clases virtuales y plataformas educativas. También cuestionaron que las medidas “compensatorias” anunciadas por ETECSA —como los 6 GB adicionales por 360 CUP solo para universitarios— dejan fuera a profesionales, técnicos, enfermeros y maestros que también necesitan conectividad para desarrollarse.

Según el MEC, esta política excluyente contradice el supuesto compromiso social del régimen y muestra cómo se priorizan intereses burocráticos sobre el bienestar de la población.
Llamado a la acción desde las iglesias y la sociedad civil
El movimiento instó a instituciones e iglesias a abrir espacios con acceso gratuito a internet para jóvenes y estudiantes, en un intento de suplir la incapacidad del Estado. También invitaron a la juventud cubana a manifestarse de forma pacífica, rechazando tanto la violencia interna como la injerencia extranjera, pero sin claudicar ante el atropello.
Finalmente, el MEC reafirmó su compromiso con una Cuba “más plural y participativa” y condenó cualquier medida que privilegie a unos pocos a costa del derecho de todos. “La paz no es la ausencia de conflictos, sino la presencia de justicia”, concluyeron, citando a Martin Luther King Jr.