Raúl Castro se aferra al poder: “¡Estoy joven todavía!”
A sus 93 años, Raúl Castro sigue aferrado a las riendas del poder en Cuba. Durante la VI Conferencia Nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, lanzó una declaración que refleja su negativa a desaparecer del escenario político: “¡Estoy joven todavía! ¿Alguien tiene alguna duda?”.
Con su grito, el anciano dictador intenta reafirmar su papel como guardián del régimen castrista, a pesar del evidente deterioro del sistema y de su propia imagen. Su afirmación, transmitida por el Noticiero Nacional de Televisión (NTV), demuestra su empeño en sostener una dictadura que lleva más de 60 años condenando a los cubanos a la miseria.
Un legado de promesas incumplidas y crisis permanente
Raúl Castro llegó al poder en 2006 de manera interina y formalizó su presidencia en 2008. Se presentó como un reformista, pero la realidad económica de la isla desmiente esa narrativa. Una de sus promesas más emblemáticas, garantizar “un vaso de leche para cada cubano”, nunca se cumplió. Al contrario, la escasez y el hambre han sido el sello de su gobierno y del de su sucesor, Miguel Díaz-Canel.
Bajo su mandato, Cuba ha experimentado una crisis económica sin precedentes. La inflación galopante, la falta de productos básicos y el colapso de sectores clave han forzado a miles de cubanos a huir del país en el mayor éxodo de su historia.
Díaz-Canel: el títere de una continuidad en crisis
En 2018, Raúl Castro entregó la presidencia a Miguel Díaz-Canel, pero mantuvo el control desde la sombra. La “continuidad” que promueve el régimen ha demostrado ser un modelo fallido que solo ha servido para enriquecer a la cúpula del poder, mientras el pueblo sufre carencias extremas.
A pesar de haber dejado formalmente el liderazgo del Partido Comunista en 2021, Raúl Castro sigue siendo el verdadero poder detrás del trono. Su familia y los altos mandos militares continúan manejando las principales fuentes de riqueza del país a través de GAESA, un emporio empresarial que monopoliza la economía cubana.
Un régimen sin futuro y un líder que se niega a retirarse
La declaración de Raúl Castro no es solo una broma senil, sino una muestra del miedo que tiene el régimen a la transición. En un contexto de crisis económica y creciente descontento social, el castrismo sigue apelando a su retórica vacía para mantenerse en el poder.
Mientras el anciano dictador proclama su supuesta juventud, la realidad es que su sistema político está en decadencia. Las protestas, la emigración masiva y la falta de credibilidad del gobierno evidencian que la “revolución” se ha convertido en un modelo agotado que sobrevive solo mediante la represión y el control absoluto.
El futuro de Cuba sigue siendo incierto, pero una cosa es clara: Raúl Castro podrá sentirse joven, pero el pueblo cubano está cansado de su dinastía y de la miseria que ha impuesto durante décadas.