Una reciente reunión entre estudiantes universitarios y representantes de ETECSA, celebrada en La Habana, ha generado controversia por las propuestas allí formuladas y por el carácter oficialista del evento. Entre las sugerencias más llamativas del llamado “Grupo Multidisciplinario”, destacó la idea de crear un paquete de datos compartido para padres con dos hijos.
Luis Yoel González, dirigente de la FEU, planteó que muchas familias no pueden costear múltiples paquetes de internet, y que una alternativa sería permitir que los padres compartan su conexión con sus hijos. “Tenemos padres que tienen dos hijos y dentro de las propuestas está que puedan acceder a un paquete de datos compartido”, explicó.
Esta propuesta pone en evidencia no solo la precariedad económica que golpea a los cubanos, sino también el deterioro del acceso a internet, convertido en un lujo bajo el régimen. Mientras tanto, los voceros de ETECSA han reiterado que el tarifazo se mantiene, y que los precios seguirán “ajustados a su modelo económico”, sin intenciones reales de revertir las medidas que provocaron el estallido estudiantil.
El falso diálogo promovido por la FEU
Lejos de representar un espacio autónomo y crítico, el grupo multidisciplinario parece diseñado para simular apertura al diálogo sin cuestionar las decisiones del régimen. La Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE) sirve como sede de esta comisión compuesta por unos 30 estudiantes de varias universidades, entre ellas la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), conocida por formar a las ciberclarias que defienden al sistema en redes sociales.

Alain Álvarez, presidente de la FEU en la UCI, incluso sugirió cobrar el servicio en función de la velocidad y no por la cantidad de datos, como ocurre en otros países. Aunque estas propuestas suenan razonables, su viabilidad es nula dentro de una dictadura que prioriza el control y no el bienestar.
El evento, impulsado por el oficialismo, fue presentado como un intento de “canalizar inquietudes”, pero lo cierto es que la FEU ha actuado como un brazo del gobierno. En la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, por ejemplo, la organización respondió al descontento estudiantil pidiendo “mantener la tranquilidad” en lugar de apoyar los reclamos legítimos.
Las verdaderas intenciones del régimen
Más allá del paquete de datos para padres con hijos o la expansión de zonas Wi-Fi, el verdadero objetivo parece ser desmovilizar a los estudiantes sin comprometer al Estado. El régimen cubano ya tiene experiencia en crear comisiones para calmar la presión social sin realizar cambios reales. Esta estrategia se repite una vez más, en medio de una crisis que afecta directamente el acceso a la educación, el trabajo y la comunicación de miles de jóvenes.
La propuesta del paquete compartido ha dejado claro que la crisis tecnológica en Cuba no es solo un problema técnico o económico, sino una expresión más del fracaso del sistema comunista, incapaz de garantizar derechos básicos a su población.