El General Álvaro López Miera, actual ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, reapareció en medios oficialistas luego de varios días de intensos rumores que lo ubicaban fuera del país, supuestamente exiliado en República Dominicana tras romper con el régimen. Su reaparición no solo busca desmentir estos señalamientos, sino reforzar la imagen de disciplina militar en un momento de creciente descontento social.
Con 81 años, López Miera fue captado durante una visita a La Sierpe, en Sancti Spíritus, supervisando labores agrícolas dirigidas por la Unión Agropecuaria Militar. En las imágenes, difundidas por Radio y Televisión Sancti Spíritus, aparece junto a dirigentes locales y altos mandos militares, hablando sobre temas técnicos, sin mencionar los rumores que circularon en redes sociales.
La supuesta “carta de renuncia”, atribuida a López Miera y compartida por el usuario Democritus Verita en Facebook, señalaba que las FAR y el MININT no representan al pueblo, sino que son el brazo armado del Partido Comunista. En ese texto se instaba a los militares a no reprimir al pueblo y a “defender la Constitución de 1940”, generando un enorme impacto en redes por su tono disidente y cuestionador.
La publicación oficialista que muestra al general parece haber sido diseñada para frenar esa ola de especulaciones y reafirmar la cohesión del núcleo militar del castrismo. La reaparición ocurre justo después de que Raúl Castro participara en la ceremonia de ascenso del ministro del Interior, Lázaro Alberto Álvarez Casas, al grado de General de Cuerpo de Ejército. Con esta promoción, ya son cuatro los militares activos con ese rango: López Miera, Joaquín Quintas Solá, Roberto Legrá Sotolongo y el recién ascendido Álvarez Casas.
La coincidencia de estas exposiciones públicas con el actual clima de malestar por el tarifazo de ETECSA, el deterioro económico y las protestas en varias regiones de la Isla no es casual. En lugar de responder a las demandas populares, el régimen vuelve a aferrarse a sus símbolos militares para imponer autoridad y controlar la narrativa.
López Miera, considerado uno de los pilares más sólidos del poder castrista, ostenta el título de Héroe de la República de Cuba y ha estado al frente del Ministerio de las FAR desde abril de 2021. Su lealtad a Raúl Castro lo convierte en una figura clave para mantener el control dentro de las estructuras de poder, especialmente en momentos de tensión.
Con la creciente presión de las redes sociales como plataforma para denunciar, visibilizar e incluso desestabilizar, la dictadura responde con lo que mejor sabe hacer: mostrar músculo, aunque sea en forma de visitas planificadas, ascensos simbólicos o propaganda televisiva.