El exespía cubano Gerardo Hernández, actual coordinador de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), ha lanzado un nuevo ataque verbal en redes sociales, esta vez dirigido contra la activista cubana Amelia Calzadilla. Todo ocurrió tras una publicación en la que Calzadilla se refirió con sarcasmo a los ataques de Israel contra Irán y, en tono de broma, insinuó que Benjamin Netanyahu podría “hacer el favor” a los cubanos, en alusión a una hipotética intervención contra la dictadura cubana.
“No hay peor astilla que la del mismo palo”, escribió Hernández en Facebook, compartiendo la publicación que originó su indignación. En el post, Amelia Calzadilla analizaba con detalle la precisión de los ataques israelíes y la estrategia militar del país hebreo. Aunque claramente usó un tono jocoso, el exespía la acusó de pedir una invasión a Cuba desde la comodidad del exilio.
“Cuando pidas que invadan tu país, no lo pidas desde otro, pídelo estando allí, para que sepas cómo suena un misil”, escribió Hernández, dejando ver que no captó –o decidió ignorar– la ironía del comentario original.
Apoyo y críticas en redes sociales
La reacción de los usuarios no se hizo esperar. Muchos apoyaron el sarcasmo de Calzadilla, aprovechando para burlarse del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y de la situación política del país. Uno incluso bromeó: “Tampoco es por dar ideas, pero los drones ucranianos no son tan caros”.
El doble discurso del régimen
Otros, sin embargo, consideraron que el comentario era excesivo y no representaba el enfoque habitual de la activista, quien anteriormente ha abogado por el diálogo. Aun así, quedó claro que la mayoría interpretó sus palabras como una forma de expresar frustración ante la ineficacia del régimen, no como una incitación literal a una intervención militar.
Mientras Gerardo Hernández acusa a cubanos en el exilio de desear una invasión, ignora el hecho de que el régimen comunista cubano lleva décadas dependiendo de actores extranjeros, desde tropas soviéticas hasta asesores iraníes, para mantenerse en el poder. El exespía, convertido en funcionario del régimen, representa la cara más burda de la propaganda: quien denuncia la crítica, pero jamás la represión que la provoca.
La manipulación oficialista
El incidente pone en evidencia el cinismo con el que opera el aparato del Partido Comunista. En lugar de enfrentar los reclamos legítimos del pueblo cubano, se dedican a atacar a quienes los expresan desde el exilio o desde dentro, como Amelia Calzadilla. Esta joven madre ha sido una de las voces más valientes que ha denunciado la miseria impuesta por la dictadura y no será la última en usar el sarcasmo como arma frente a un poder que solo responde con censura y descalificación.