Los residentes de Santiago de Cuba y Granma ahora podrán reservar turnos para comprar gas licuado mediante Transfermóvil. El nuevo servicio, presentado como un avance tecnológico, llega en medio de una crisis energética profunda que ha dejado a miles de cubanos sin gas para cocinar durante meses. Aunque se promociona como una solución moderna, lo cierto es que digitaliza las colas, pero no soluciona la causa del problema: la escasez crónica de GLP.

La funcionalidad, implementada por ETECSA y divulgada por medios oficialistas como TV Santiago, permite a los usuarios seleccionar su fecha de compra, gestionar turnos para otras dos personas y recibir recordatorios por SMS. Sin embargo, para acceder al servicio se requiere la última versión de la app Transfermóvil y, por supuesto, un teléfono compatible y acceso a internet, dos cosas que escapan cada vez más del alcance del cubano promedio.
La llamada “modernización” contrasta con la dramática confesión del ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, quien reveló en el pódcast oficial del régimen que un barco con gas licuado estuvo varado frente a Santiago durante casi cuatro meses por falta de pago. En sus propias palabras: “No lo podíamos descargar. No tenemos financiamiento”.
La escasez se agudiza. De los primeros 150 días del 2025, en 117 no hubo gas disponible en Cuba. Mientras el régimen culpa a las sanciones por la imposibilidad de ejecutar pagos internacionales, los ciudadanos sufren la consecuencia directa de un sistema que ha demostrado ser incapaz de garantizar servicios básicos.
Ante la falta de GLP, muchos hogares han vuelto al uso de leña o carbón, con los riesgos que esto implica para la salud y el medio ambiente. Fogones improvisados en patios y balcones, colas interminables desde la madrugada y condiciones de vida que retroceden décadas son escenas cada vez más comunes en las ciudades cubanas.
A esto se suma un problema estructural más grave: la exclusión digital. Con los altos costos de los planes de datos móviles y la reciente dolarización de los servicios de ETECSA, cada vez más cubanos quedan fuera del limitado mundo de las “soluciones digitales”. La última oferta de la empresa estatal para planes nacionales en pesos alcanza los 12,000 CUP por apenas 15 GB, cifra que supera con creces el salario mínimo mensual.
En resumen, la posibilidad de reservar turno a través de Transfermóvil no representa una mejora real en la calidad de vida. Se trata de una medida cosmética que busca maquillar el colapso de un sistema incapaz de proveer servicios básicos, mientras amplía la brecha entre quienes pueden pagar en dólares y quienes sobreviven en pesos.
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