El preso político cubano Félix Navarro Rodríguez, de 70 años, enfrenta un riesgo de muerte inminente en la prisión de Agüica, en la provincia de Matanzas. La organización Cubalex denunció un deterioro severo en su salud, acompañado por síntomas respiratorios y falta total de atención médica adecuada. Esta situación refleja una vez más la deshumanización del sistema penitenciario del régimen cubano.
Denuncias por negligencia médica y aislamiento
Según Cubalex, Navarro logró comunicarse por teléfono con su esposa, Sonia Álvarez, un derecho que le había sido negado reiteradamente. Durante la breve conversación, Álvarez notó que el opositor estaba muy ronco y con dificultad para hablar. Días después, fue trasladado al Hospital de Colón, donde le realizaron una radiografía y un ultrasonido que revelaron una posible afección pulmonar.
Aunque le diagnosticaron faringitis, los médicos le recetaron un antibiótico que también se usa en el tratamiento de la tuberculosis, generando preocupación sobre una posible exposición a esta enfermedad. Se sospecha que fue internado junto a reclusos con síntomas sospechosos, lo que podría implicar una exposición deliberada por parte de las autoridades penitenciarias.
Violaciones sistemáticas de derechos humanos
A la negligencia médica se suma la negativa de las autoridades a entregarle los alimentos que su familia envió, algo especialmente grave considerando que Navarro es diabético. Esta violación de sus derechos humanos básicos agrava su estado de salud y evidencia el ensañamiento con los opositores políticos.
Su esposa denunció que fue tres veces a la prisión y no le permitieron verlo ni obtener información sobre su estado. Agentes de la Seguridad del Estado solo le aseguraron verbalmente que Navarro permanecía en Agüica, sin ofrecer ninguna prueba ni posibilidad de contacto.
Llamado urgente a la comunidad internacional
Cubalex exige la intervención inmediata de organismos internacionales ante lo que califica como una situación crítica. “Estas omisiones ponen en peligro su vida y constituyen violaciones graves de derechos humanos”, advirtió la organización, señalando además que Navarro no es un caso aislado, sino parte de un patrón de represión sistemática del régimen cubano contra sus opositores.
Diversas organizaciones han pedido su liberación inmediata, argumentando que su estado de salud es incompatible con las condiciones de las cárceles cubanas, donde el hacinamiento, la mala alimentación y la atención médica deficiente son la norma.