El régimen refuerza el adoctrinamiento juvenil con ejercicios militares
Mientras Cuba enfrenta una de las crisis más profundas de su historia reciente, el régimen de La Habana sigue priorizando la militarización ideológica de los jóvenes en lugar de resolver los problemas económicos y sociales del país.
Esta semana, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) puso en marcha el Bastión Nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), un programa que busca inculcar en los adolescentes la doctrina de la “Guerra de Todo el Pueblo”. Con este evento, el gobierno busca reforzar el control ideológico sobre las nuevas generaciones.

Desde el 11 hasta el 15 de marzo, Sancti Spíritus es la sede nacional de este evento, donde miles de estudiantes recibirán instrucción sobre “las misiones de las FAR y el funcionamiento de las unidades militares”, según declaraciones de la propia institución castrense. El Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Eusebio Olivera es el epicentro de la actividad, que también se extiende a otros 47 centros educativos de la provincia.
Militarización en lugar de soluciones
El discurso oficialista, repetido en los medios estatales y por la dirigencia estudiantil, insiste en la “preparación para la defensa de la patria” y la necesidad de formar a los jóvenes en el compromiso con la Revolución. Sin embargo, esta estrategia no es nueva. En los últimos meses, eventos similares han proliferado en centros educativos de todo el país, como las prácticas de tiro en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), donde estudiantes fueron obligados a realizar ejercicios militares con fusiles de guerra.
Lejos de ser simples entrenamientos, estas iniciativas refuerzan el adoctrinamiento con una narrativa de asedio constante, donde la población debe estar siempre lista para un conflicto inexistente con supuestos “enemigos externos”. Todo esto sirve como justificación para el control social y la represión interna, desviando la atención de los problemas reales del país, como la escasez de alimentos, el deterioro del sistema de salud y la falta de libertades.
Cinismo tras una tragedia reciente
El inicio del Bastión estudiantil llega apenas tres meses después de una explosión en un almacén de las FAR en Holguín que cobró la vida de varios jóvenes reclutas. El gobierno ha tratado de minimizar el incidente y ocultar detalles, pero reportes filtrados revelaron que la tragedia ocurrió mientras los reclutas “clasificaban municiones envejecidas”.
En lugar de revisar la seguridad de sus instalaciones militares o evitar el uso de menores de edad en actividades de alto riesgo, el régimen insiste en reforzar su maquinaria propagandística, utilizando a adolescentes aún en etapa escolar.
El MINFAR, lejos de mostrar sensibilidad ante las familias de los fallecidos, ha continuado promoviendo la militarización juvenil con eventos como el Bastión estudiantil. El tuit oficial que anunciaba con orgullo la actividad refleja la insensibilidad del gobierno, que sigue celebrando ejercicios militares con adolescentes como si fueran un simple entretenimiento.
Un futuro atrapado en la propaganda del régimen
El Bastión estudiantil es una muestra más de cómo el régimen cubano sigue adoctrinando a las nuevas generaciones, perpetuando una mentalidad belicista y de lealtad incondicional a la dictadura. En lugar de formar ciudadanos con pensamiento crítico y preparados para un futuro de progreso, el gobierno de Miguel Díaz-Canel sigue entrenando a los jóvenes para defender un sistema que cada vez se sostiene más sobre el miedo y la propaganda.