Crisis en la libreta de racionamiento, el gobierno cubano lo admite sin soluciones

Reconocimiento oficial, pero sin soluciones concretas

El gobierno cubano reconoció la crisis en la libreta de racionamiento y la incapacidad de garantizar productos básicos como leche, huevos, azúcar y café. Durante la última reunión de balance del Ministerio de Comercio Interior, encabezada por Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero, se admitió el deterioro de la distribución de la canasta familiar normada.

Sin embargo, el régimen solo se limitó a hablar de perfeccionar la gestión y combatir el desvío de recursos, sin proponer medidas concretas que alivien la escasez.

Desabastecimiento y precios inaccesibles

Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, reconoció que la venta de productos de la libreta disminuyó en comparación con el año anterior, lo que agrava la crisis para los cubanos, quienes se ven obligados a recurrir al sector privado con precios inaccesibles.

El desabastecimiento es una constante. Por ejemplo, la ración de leche se redujo a medio litro per cápita debido a la falta de acopio. Los huevos, que en el primer semestre de 2024 se distribuían bimestralmente, quedaron limitados a embarazadas a partir de julio. El suministro de sal también enfrentó interrupciones durante todo el año.

Eliminación de subsidios y aumento de la dolarización

A pesar de que el régimen insiste en la necesidad de descentralizar la comercialización y ajustar los costos de la canasta normada, la realidad es que estas medidas apuntan a la eliminación gradual de los subsidios. Esto podría traducirse en precios aún más altos para los cubanos.

Mientras tanto, el suministro de productos básicos en la libreta sigue fallando. En Villa Clara, por ejemplo, la entrega de 17 libras de arroz tuvo un retraso de tres meses, reflejando el colapso logístico y financiero del país.

El desabastecimiento también afecta a la distribución de leche en polvo para niños, mientras que productos esenciales como carne, aceite y café han desaparecido de la libreta, pero se mantienen en tiendas que operan en dólares. La dolarización creciente de la economía ha profundizado la desigualdad, dejando a la mayoría de la población, que recibe su salario en pesos cubanos, sin acceso a estos productos.

Dependencia de importaciones y falta de soluciones

Recientemente, arribó un barco con 24 mil toneladas de trigo destinado a la producción de harina para el pan normado, cuya escasez ha paralizado panaderías en varias provincias. Sin embargo, las autoridades admitieron que este cargamento solo alcanzará hasta finales de marzo y que dependen de nuevas importaciones para extender la producción hasta abril.

Mientras el régimen cubano insiste en su discurso de resistencia, millones de cubanos ven cómo la libreta de abastecimiento se convierte en un documento cada vez más inservible, sin respuestas concretas a la crisis alimentaria.