Joven cubano enferma tras el Servicio Militar, denuncia abandono del régimen

Un llamado de auxilio ignorado por el régimen

Reynier Hidalgo González, un joven de Báguano, Holguín, enfrenta una dura batalla contra varias enfermedades que comenzaron a manifestarse tras cumplir el Servicio Militar Obligatorio en Cuba. Antes de alistarse, era un joven fuerte y saludable, pero ahora sufre de artritis, psoriasis y, más recientemente, Lupus Eritematoso Sistémico.

En una publicación en Facebook, expresó su angustia: “Cada día esta cruel enfermedad me deteriora otro poco. Me da vergüenza verme a mí mismo en las imágenes… Yo no era así, yo era un muchacho fuerte y saludable antes de pasar el servicio militar.”

Sin medicinas y sin apoyo del sistema de salud cubano

Tras salir del servicio, su vida cambió radicalmente. Ahora depende de su pareja incluso para las tareas más básicas, como levantarse de la cama o lavarse la boca. A pesar de su delicado estado, el régimen cubano no le ofrece ninguna solución real y solo recibe 2,600 pesos mensuales, una cantidad insuficiente para cubrir sus necesidades médicas o alimenticias.

A esto se suma la escasez de medicamentos en Cuba. Entre los que necesita con urgencia y no ha logrado conseguir están:

  • Prednisolona de 20 mg
  • Naproxeno
  • Ácido fólico
  • Fumarato ferroso
  • Clobetasol en crema o pomada

Además, requiere suplementos esenciales que no están disponibles en el país:

  • Colágeno
  • Neurobion
  • Vitamina D
  • Vitamina K2
  • Magnesio con calcio

Su caso no es aislado. Miles de cubanos enfrentan condiciones similares debido a la negligencia del gobierno, la falta de medicamentos y un sistema de salud colapsado que no puede garantizar atención adecuada.

La desesperación de un joven olvidado por el sistema

Reynier ha llegado al punto de sentirse abandonado incluso por Dios, según sus propias palabras. En un último intento por obtener ayuda, compartió su número de teléfono, +53 56813209, con la esperanza de que alguien pueda hacerle llegar los medicamentos que tanto necesita.

Este testimonio pone en evidencia una vez más el alto costo que pagan los jóvenes cubanos por un servicio militar que, lejos de prepararlos para la vida, los deja con secuelas físicas y sin respaldo del sistema. Mientras tanto, el régimen cubano sigue sin asumir responsabilidad por estos casos y solo prioriza sus intereses.