El salario de un médico en Cuba no alcanza para vivir
Un video en TikTok ha expuesto nuevamente la dura realidad económica en Cuba. Una joven cubana mostró qué se puede comprar con el salario mensual de un médico en la isla, que ronda los 10,000 pesos cubanos. El resultado dejó en evidencia la crisis del sistema: con ese dinero apenas se pueden adquirir productos básicos, mientras que la carne y otros alimentos esenciales quedan fuera del presupuesto.
La usuaria @sheyreyes03 documentó su experiencia de compra en un mercado cubano, demostrando las limitaciones económicas a las que se enfrentan los profesionales de la salud.
Alimentos básicos, pero sin proteína
Con 10,000 pesos en mano, la cubana pudo comprar:
- 10 libras de arroz
- Pimientos y tomates
- Un bote de pasta de bocadito
- Dos paquetes de perritos calientes
- Una botella de aceite de girasol
- 10 libras de picadillo
“Carne no van a ver porque está súper cara y si compro carne no van a poder ver nada de lo que compré”, comentó la joven en el video. Esto demuestra que la proteína es prácticamente inalcanzable para muchos cubanos, incluso para aquellos con profesiones vitales como la medicina.
Indignación en redes y una realidad insostenible
El video ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde muchos cubanos han expresado su indignación. La precariedad de los salarios y la escasez de productos básicos refuerzan la crisis económica que afecta a la mayoría de la población.
El salario de un médico, que debería garantizar estabilidad y calidad de vida, apenas alcanza para cubrir la alimentación básica. La inflación y la falta de abastecimiento continúan agravando la situación, mientras el gobierno cubano no ofrece soluciones reales.
Una crisis sin respuestas
El caso expuesto por @sheyreyes03 es solo un ejemplo de la difícil situación en la isla. La falta de oportunidades, los bajos salarios y el deterioro del sistema de salud han llevado a muchos médicos cubanos a buscar alternativas fuera del país. A pesar de la propaganda oficial, la realidad demuestra que la vida en Cuba sigue siendo una lucha constante contra la escasez y la inflación.