Altos precios y poca asistencia marcan la Feria del Libro de Matanzas
Una cubana que asistió a la Feria del Libro de Matanzas este viernes compartió su experiencia y denunció los altos precios de los libros, así como la poca asistencia al evento.
Según relató la internauta identificada en TikTok como Brianna, el libro más barato en la feria costaba 1,500 pesos cubanos, una cifra equivalente a la pensión de muchos jubilados en la Isla. Mientras tanto, los libros de segunda mano más económicos rondaban los 500 CUP.
Feria del Libro o feria de juguetes y zapatos
Más allá de los precios elevados, Brianna destacó que la feria parecía haberse convertido en un mercado improvisado. “No entiendo, pero bueno, no estoy para entender”, expresó con ironía al ver que en muchos de los puestos no se vendían libros, sino juguetes, zapatos y peluches.
La Feria del Libro en Cuba ha sido objeto de críticas durante años por la falta de diversidad en la oferta bibliográfica y los precios inalcanzables para la mayoría de la población. En ediciones anteriores, los precios de los libros han alcanzado hasta 5,000 pesos, lo que ha generado indignación entre los asistentes.
El gobierno prioriza la feria, pero ignora el transporte público
A pesar del desinterés del público, el régimen ha destinado recursos para garantizar la asistencia al evento. En La Habana, la Empresa Provincial de Transporte anunció medidas especiales para facilitar el traslado de los ciudadanos al recinto de la Feria Internacional del Libro en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña.
Sin embargo, esta decisión ha sido duramente criticada por la población, que sufre a diario la crisis del transporte. “Para la feria sí hay guaguas y petróleo, pero para ir a trabajar seguimos a pie”, reclamó un usuario indignado. Otro residente de Regla denunció que después de las 6:30 p.m. no hay refuerzo en el transporte, obligando a muchos a pagar hasta 250 CUP para poder llegar a sus hogares.
Mientras el gobierno cubano prioriza eventos culturales para aparentar normalidad, los ciudadanos siguen enfrentando una realidad de escasez, precios inalcanzables y problemas estructurales que limitan su acceso a la cultura y la movilidad.